(CNN) — El Congreso de Estados Unidos se enfrentan a una fecha límite inminente la medianoche de este viernes, cuando se vence el financiamiento del gobierno. En ese sentido, se espera que la Cámara de Representantes y el Senado aprueben una extensión a corto plazo que evite el cierre, y que daría a los negociadores más tiempo para intentar asegurar un acuerdo de financiamiento más amplio que abarque todo el año.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, dijo este lunes que los senadores deben prepararse para tomar “medidas rápidas” sobre una prórroga de una semana que le otorgue a los legisladores más tiempo para negociar.
En declaraciones en el pleno del Senado, Schumer dijo que anticipa una “acción rápida” en un proyecto de ley de financiación provisional conocida como una resolución continua, o CR (por sus siglas en inglés) “para que podamos dar a los asignadores más tiempo para terminar un proyecto de ley de financiación completa antes de las festividades”.
El otro gran tema legislativo que los congresistas intentan cerrar antes de fin de año es la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés). Se espera que la NDAA se vote en el Senado esta semana y se apruebe con apoyo bipartidista.
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La Cámara de Representantes ya aprobó la medida, por lo que cuando el Senado vote a favor el proyecto puede ir al presidente Joe Biden para que lo promulgue como ley.
La proximidad de la fecha límite para garantizar la financiación del gobierno hizo que los miembros del Congreso y su personal de ambos partidos, así como los funcionarios de la administración de Biden, continuaran negociando durante el fin de semana para tratar de llegar a un acuerdo sobre un paquete de gastos.
“Esta es la época del año en la que no hay fines de semana para la gente que trabaja en las asignaciones”, dijo a CNN un funcionario de la administración estrechamente involucrado en las conversaciones.
Durante el fin de semana, tanto demócratas como republicanos compartieron entre sí sus “balances” en varios frentes, y la Casa Blanca se mantuvo públicamente optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo integral, también conocido como ómnibus: “Hay absolutamente todavía un camino y tiempo para un acuerdo”.
Los funcionarios de la administración siguen sosteniendo que no ven ninguna probabilidad real de que se produzca un cierre del gobierno.
Los asesores del Congreso reconocieron a CNN que las conversaciones del fin de semana fueron mejor que las de días anteriores, razón por la cual los demócratas han anunciado que no presentarán su propio plan integral exclusivamente demócrata este lunes. Los republicanos en el Capitolio habían estado interpretando la amenaza de que los demócratas presentaran sus propios proyectos de ley como un ejercicio de mensajería que solo dividiría aún más a los negociadores, y al evitar ese ejercicio de mensajería, los republicanos ven una señal de que los demócratas se toman en serio el intento de llegar a un acuerdo.
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US$ 26.000 millones de diferencia, según el principal republicano
Por ahora, sigue siendo difícil alcanzar un acuerdo bipartidista sobre la financiación del gobierno. Los legisladores aún no han sido capaces de llegar a un acuerdo negociado para un paquete global de financiación para todo el año —conocido en el Capitolio como un ómnibus— en medio de una disputa entre los dos partidos sobre cuánto dinero debe gastarse en prioridades nacionales no relacionadas con la defensa. El senador Richard Shelby, de Alabama, miembro republicano de mayor rango en el Comité de Asignaciones del Senado, declaró a los periodistas que las dos partes están en disputa por unos US$ 26.000 millones.
Los republicanos critican el reciente gasto doméstico de los demócratas y argumentan que las medidas aprobadas por los demócratas desde que controlan ambas cámaras del Congreso, como el proyecto de ley de US$ 1,9 billones para hacer frente la pandemia y el amplio proyecto de ley sobre sanidad y clima, son un despilfarro y empeorarán la inflación. Los demócratas contraatacan diciendo que esas medidas eran necesarias para ayudar al país a recuperarse del devastador impacto de la pandemia, así como para abordar otras prioridades críticas. Y los demócratas dijeron que el dinero para responder al covid, la atención sanitaria y el clima no debería significar que debería haber menos dinero el próximo año para las operaciones del gobierno y el gasto interno no de defensa.
El líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, expuso el jueves la posición de su partido en el pleno del Senado. “Nuestro comandante en jefe y su partido han gastado enormes sumas en prioridades nacionales fuera del proceso normal de asignaciones, sin un centavo para el Departamento de Defensa. Obviamente, no permitiremos que ahora secuestren también el proceso de financiación del Gobierno y tomen a nuestras tropas como rehenes de un gasto aún más liberal”, dijo McConnell.
El presidente del Comité de Asignaciones del Senado, el demócrata de Vermont Patrick Leahy, esbozó el argumento de su partido en sus propias declaraciones del jueves. Los republicanos, dijo Leahy, están “exigiendo fuertes recortes a programas en los que confía el pueblo estadounidense”.
Refiriéndose a la legislación aprobada por los demócratas que los republicanos han criticado, Leahy dijo: “Esos proyectos de ley estaban destinados a sacarnos de la pandemia, sanear la nación y volver a encarrilar nuestra economía, y creo que están cumpliendo ese objetivo. No estaban destinados a financiar las funciones básicas del gobierno estadounidense en el año fiscal 2023”.
Se distribuyen directrices sobre el cierre a los departamentos y organismos federales
Mientras los legisladores siguen negociando, el gobierno federal ha iniciado el proceso de preparación para un posible cierre, participando en el proceso obligatorio pero estándar de publicar las directrices de cierre a las agencias antes de la fecha límite de financiación del viernes.
Los funcionarios han hecho hincapié en que no hay ninguna probabilidad real de un cierre del gobierno, pero se debe implementar el procedimiento estándar que establece los pasos hacia la reducción de las funciones no esenciales del gobierno.
“Una semana antes de la expiración de los proyectos de ley de créditos, independientemente de si la promulgación de los créditos parece inminente, la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) se comunicará con los altos funcionarios de la agencia para recordar a las agencias de sus responsabilidades de revisar y actualizar los planes de cierre ordenado, y compartirá un proyecto de plantilla de comunicación para notificar a los empleados de la situación de los créditos”, declara un documento de la Oficina de Gestión y Presupuesto.
Esta guía estándar se distribuyó el pasado viernes, siete días antes de que se podría producir un cierre, si el Congreso no toma medidas.
Cada departamento y agencia tiene sus propios planes y procedimientos. Estos planes incluyen información sobre cuántos empleados serán despedidos, qué empleados son esenciales y trabajarán sin sueldo (por ejemplo, controladores aéreos, agentes del Servicio Secreto, personal de laboratorio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), cuánto tiempo llevará reducir las operaciones en las horas previas al cierre y qué actividades se detendrán.
— Ali Zaslav, Betsy Klein, Kristin Wilson y Lauren Fox contribuyeron con este reportaje.
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